Servicio


NUESTRO NUEVO PROYECTO, Pint-Arte

En el perfil especifiqué que quería hacer voluntariado con animales, pero no esperaba que a lo largo del curso encontraría otros voluntariados que me gustasen tanto.

El miércoles pasado fuimos a la Universidad privada de Navarra con nuestro coordinador de CAS a visitar stands de diferentes asociaciones. Recogimos un montón de información sobre voluntariados y tuvimos la suerte de poder presentar nuestra idea a la Asociación Navarra de Autismo.

Nuestro proyecto: Pint-Arte, consiste en ofrecer clases de pintura a niños autistas. Pueden variar entre hacer manualidades, dibujar y pintar. Realizaríamos las clases con materiales escolares y reciclando otros materiales para hacer que los niños aprendan y pasen un buen rato con nosotras haciendo cosas nuevas y creativas.

Este proyecto me hace especial ilusión ya que lo realizaría junto con amigas de clase que también comparten mis gustos o parecidos. Somos todas muy artísticas, creativas y nos gusta la pintura, y, personalmente, me gusta la idea de poder compartir nuestra pasión con los niños para hacerles pasar un rato divertido.

También nos haría aprender cosas nuevas a nosotras. Conseguiríamos nuevas ideas y perspectivas desde el punto de vista de los niños, aprendiendo con ellos.

¡Espero que este proyecto cobre vida y podamos empezarlo cuanto antes!


PRESENTACIÓN DE Pint-Arte A LAS FAMILIAS


Este mes hemos acabado la carta de presentación de nuestro proyecto, Pint-arte, a las familias. Somos conscientes que nos faltan por perfeccionar algunas cosas, pero con el tiempo, las perfeccionaremos. Tenemos planeado hacer un calendario con las actividades que vamos a proponer para este curso, con el fin de mantener lo mejor informados a los padres interesados en que sus hijos participen en esta actividad.

Estoy muy emocionada ya que pronto pondremos en marcha la actividad. Dentro de poco pasaremos la primera ficha de inscripción, y espero que este curso tenga éxito y que haya muchos niños interesados, a los que podamos ayudar a relacionarse y a divertirse haciendo actividades artísticas. 

Personalmente, me encanta la idea de compartir esta actividad con los niños y pasármelo bien.

Además, no solo aprenderán los niños. Nosotras aprenderemos muchas cosas de ellos. Sin darse cuenta, nos enseñarán a dar desinteresadamente nuestra ayuda a la gente, a pasárnoslo bien con otras personas, como comportarse con niños con autismo y a comprender que hay momentos donde la vida nos pone baches y que no todo el mundo tiene la misma suerte.




EL DÍA DE KENIA 



Hace apenas 1 año, el colegio hizo un hermanamiento con un colegio de Kenia llamado Mbandi. Consiste en darles ayuda económica para ayudar a los niños a tener unas mejores instalaciones escolares y una mejor formación escolar. También, una actividad propuesta por el colegio es ir una semana a Kenia para participar en algunas reformas y vivir su cultura.


Al terminar este viaje, los que fueron a Kenia trajeron estuches, carteras, coleteros y muchas otras cosas para venderlas en el parvulario del colegio en la fiesta de Navidad. También, unos padres voluntarios hicieron bizcochos, galletas y un montón de cosas super artísticas que vendimos.


La actividad del parvulario consistía en ayudar a los profesores en el patio con los niños mientras ellos vendían. Nos dieron instrucciones de lo que debíamos hacer y unos cartelitos para facilitar a los padres nuestro propósito.


En mi caso, me dieron un cartel que decía: “Nadie sale solo”, y me encargaba de que todos los niños saliesen con sus padres. Para ello, un compañero mío y yo nos pusimos en la puerta para vigilar a los niños.


Lo que más me llamó la atención durante la actividad era que los únicos que leían el cartel eran los padres, y cada vez que lo hacían me ofrecían una amplia sonrisa y un “gracias”. Me hizo sentir útil y feliz de que la gente reconociese mi trabajo.


AUDI CREATIVITY CHALLENGE


En una charla que ofrecía el colegio, vinieron los creadores del Audi Creativity Challenge a explicarnos en qué consistía el concurso.

Se trata de una competición entre equipos españoles formados por tres adolescentes y un driver, que consiste en buscar una idea que pueda mejorar el futuro de la sociedad y sus problemas sociales. Entre los problemas sociales nos dieron diferentes ejemplos como que los ancianos, cada vez más, se sienten solos, o la violencia de género, o también los que tienen discapacidades tanto físicas como físicas, o el bullying. El reto consiste en escoger uno de los tantos problemas sociales que existen en la actualidad e intentar sacar una idea basada en la tecnología para que pueda ayudarlos.

Una de las ideas que más me motiva es la del bullying, ya que he leído libros (“Y luego ganas tu”, “Cuando me veas”, etc.…) sobre este tema en los que se trata con detalle las situaciones que pueden llegar a sufrir los niños y niñas de nuestra edad o incluso más pequeños, además de ser un problema muy cercano.

Además, una de las cosas que nos dijeron y la calificaron como muy importante es mostrar nuestro espíritu de equipo, pero eso lo tenemos fácil puesto que el equipo esta formado por mi hermana, una de mis mejores amigas, por mi y con mi padre como driver. Estamos todos motivados para sacar adelante nuestro futuro proyecto y conseguir que cause un impacto positivo en la sociedad.


HACIENDO DE GUÍA.

Este mes, Pablo, nuestro coordinador, nos ofreció hacer una actividad. Iban a venir franceses de intercambio y nosotros nos encargaríamos de hacer la visita al colegio. Al principio pensé: “será fácil”, pero luego me di cuenta de la cantidad de cosas que no conocía del colegio. Menos mal que íbamos en parejas, porque habría estado un poco perdida.

En la primera visita, guiamos a unos franceses bastante pequeños, quienes tenían una obsesión con el uniforme, ya que no lo llevaban en su colegio. Hicimos la visita en francés ya que habían empezado a cursar español hacia unos meses. Fue bastante divertido, aunque puede que la visita fuese un poco aburrida para ellos. Intentamos hacerla más dinámica haciéndoles preguntas y hablando con ellos, y tengo la impresión que no se lo pasaron mal. Luego nos quedamos en una sala y nos hicieron muchísimas preguntas sobre el uniforme. Aprendí cosas con la visita, y ¡me permitió hablar en francés!

También aprendí cosas en la segunda visita. Fuimos a sitios donde no había entrado antes y fue bastante más gracioso que con el otro grupo. Estos ya eran más mayores, y los profesores nos dijeron que hiciésemos a visita en español. Por sus caras, no teníamos muy claro si nos entendían o no, así que decíamos todo en español y después lo traducíamos al francés. Eran todos muy expresivos y veíamos como les sorprendían las cosas, aunque para nosotros ya fuesen rutina. En la misma visita, les explicamos qué era CAS, y les pareció una cosa excepcional. Tenían expresiones de asombro por cada actividad que les contábamos. Fue bastante emocionante cuando les enseñamos las fotos del mural al final de la guía. Cuando nos fuimos, volvieron para volver a ver las fotos.

En estas visitas, las cosas que nos parecían tan normales para ellos estaban fuera de lo normal. Yo tampoco quiero perder mi capacidad de asombro.




NUEVA OPORTUNIDAD

Este mes he decidido que me voy a apuntar a un voluntariado para dar clases a un niño. Según me han dicho, las clases serán sobre idiomas y consistirán en ensayar el vocabulario aprendido en clase.

Lo que más me emociona de esta experiencia es dar clases. Siempre me ha hecho ilusión. De hecho, cuando empecé CAS, quería hacer un voluntariado por el estilo y finalmente se me ha dado la oportunidad.

Pero, no todo son ventajas. Yo nunca he sido demasiado segura de mi misma y me preocupa no estar a la altura de dar clases, aunque eso no sea un problema. Durante estas clases, voy a intentar mejorar ese aspecto de mi misma y a la vez enseñar a un niño. Ambos aprenderemos de cada uno y también podré repasar vocabulario que quizás tengo algo olvidado.

También esta experiencia me ayudará a organizarme mejor los horarios de estudio y también podré mejorar la planificación. Más adelante este año me gustaría sacarme el titulo de entrenadora de Voleibol y esto me servirá para planificar las actividades tanto mías como ajenas además de coger confianza en mí misma.


La experiencia promete y estoy deseando empezar.





¡Nos derretimos!

Este mes, por el proyecto de un grupo de mi clase, nos han dado la oportunidad de participar en la creación de su jardín. El tema de este año era el medio ambiente y el calentamiento global, por lo que el diseño del jardín era un helado que se derretía por causa del sol, pero que lo que se derretía era plástico.

Fuimos todos los de la clase a aportar nuestro granito de arena. Al principio, estábamos todos apelotonados sin saber muy bien qué hacer, ya que los jardineros tenían que cortar el césped antes de empezar. Después, empezamos a pintar, y también estábamos muchos para una tarea tan simple, pero cuando tuvimos más variedad de tareas que hacer, ya nos repartimos y nos organizamos el trabajo.

Una vez empezamos, ya había tareas para todos, a todas horas. Así, nadie se aburría y podíamos ir más rápido. Fue muy entretenido porque participé en mucha variedad de trabajos: llevando la carretilla, clavando clavos, esparciendo compost, plantando las flores, rellenando botellas, esparciendo la celulosa y las botellas… hice un poco de todo, contribuyendo y ayudando por donde se necesitaba. Todas ellas fueron tareas muy dinámicas y enseguida cambiabas de tarea por si esa no te gustaba, haciendo que otros participasen también.


Fue una gran satisfacción haber acabado el jardín y haber contribuido en un proyecto tan enriquecedor. Fue un trabajo constante y en equipo, donde aprendí muchas cosas de botánica y de diseño de jardines, sobre todo sobre lo difícil que es intentar que todo salga según el diseño. Pero, aparte de eso, fue muy divertido compartir la experiencia con mis nuevos compañeros.
















Clases de apoyo

Desde que tengo memoria, me ha gustado explicar a la gente sobre la materia de clase para ayudarles a entenderla, pero, desgraciadamente, eran tareas puntuales. Así que, en uno de los proyectos de la escuela social de mi colegio, al necesitar un voluntario para dar clases de apoyo de idiomas a un niño pequeño, me apunté sin pensarlo dos veces.

Me hacía mucha ilusión empezar, pero antes teníamos que organizar los horarios. Tardamos más tiempo del que pensaba, ya que tenía que contactar con dos personas a la vez y las respuestas (tanto más como suyas) no eran inmediatas. Pero, por fin, conseguimos concretar el horario y empecé al día siguiente.

Hicimos unas breves presentaciones y nos pusimos enseguida a estudiar, pero la primera clase no fue de idiomas, sino que su tutora me pidió que lo ayudase a prepara el examen de science para el día siguiente. Yo estuve muy contenta, ya que de esta forma no empezaría fuerte con los idiomas, sino que empezaba con un tema que me inspiraba más seguridad.

Estuvimos una hora con el tema del examen y fue muy entretenido. Enseguida nos pusimos a trabajar y él prestaba mucha atención a lo que yo le decía. Aun así, cuando tenía dudas, yo le explicaba con dibujitos como suelo hacer para mí misma, pero la mayor parte de la clase le pedí que él me explicara las lecciones para comprobar que verdaderamente entendía lo que había estudiado.

Algunos conceptos en inglés que le resultaron más difíciles, se los expliqué, dibujé y los traduje al español. De esta forma, intenté que le resultara más fácil asimilar aquellos conceptos. También, tengo que recalcar que es muy fácil trabajar con un niño tan simpático, por lo que estoy muy orgullosa de mi trabajo, pero no solo del mío, sino también del suyo. Se portó muy bien durante toda la hora. 





CLASES Y ACTIVIDADES

Me encanta dar clases de apoyo. Sobre todo, porque tengo un chaval muy majo y tiene muchas ganas de aprender, aunque sea pare él un poco repetitivo. Y justamente para vencer el aburrimiento, al final de la clase, cuando ya hemos acabado toda la tarea, intento proponerle una actividad especial.

En la última clase hicimos un come cocos. Mientras lo hacía, él seguía haciendo la tarea, pero se le nota en la cara que la hace con entusiasmo porque sabe que le espera una sorpresa. Así que, cuando terminó la tarea coloreamos juntos el come cocos y pusimos las preguntas en cada triangulo.

Él no conocía a los come cocos, pero ahora, cada vez que voy, me pregunta a ver si podemos hacer otro más para sus amigos. Pero siempre a condición de que terminemos la tarea antes.

Además de las actividades, en mi opinión, yo creo que las clases le están sirviendo, porque si tiene una duda de vocabulario, la apuntamos, y si tiene que aprenderse verbos de memoria, le doy truquitos que parecen servirle para estudiarlos. Y como siempre tenemos diferentes cosas que hacer de diferentes asignaturas, las clases son muy dinámicas y productivas.


  

El único problema que veo es que se distrae con mucha facilidad y que a veces en vez de pensar en la tarea que tiene que hacer, me hace preguntas transversales sobre temas que no vienen a cuento. Pero, aun así, en cuanto soluciono el tema, volvemos a la tarea con la misma rapidez.


Me está encantando la experiencia y me ahora pienso: ojalá haber sabido sobre estas clases antes. Yo voy a las clases con mucho entusiasmo y ganas, e incluso la última vez aproveché para ir en bici y me recorrí en una tarde 12 kilómetros.



En la naturaleza.

Este mes, como he viajado a Francia de vacaciones, he decidido hacer algo diferente. Con mi padre, nos encargamos de limpiar el jardín de mis abuelos. Cortamos el césped, nos ocupamos del huerto y talamos los árboles.

Esta actividad fue estupenda. Me encanta pasar el tiempo al aire libre, y el hecho de pasarlo con mi padre fue genial. Pudimos reflexionar sobre cosas importantes y otras menos importantes… y lo mejor fue que pasamos un buen momento haciéndoles un favor a mis abuelos.

Esta actividad, estando fuera, es de lo mas agradable. Puedes pensar en otras cosas y despejarte. Y también puedes pasar el tiempo en familia y ayudarles. Pero no todas las ventajas están durante la actividad, porque cuando llegué a casa después de haber hecho esto, me quedé super satisfecha conmigo misma, por haber hecho algo de utilidad y por haber pasado tiempo con las personas que más quiero.


Además, en esta actividad he tenido que esforzarme por hacer las cosas bien y no dejarlas a medias. Una vez empecé, me tuve que preocupar de cortar el árbol o el arbusto con precisión, y luego tuve que limpiar todas las amas que había cortado y tirarlas al contenedor adecuado.





Pint- Arte


Todo lo que voy a escribir aquí se verá más desarrollado en la nueva entrada: Mi proyecto por si queréis profundizar en mi reflexión.


Este mes he estado en la escuela de verano de ANA (asociación Navarra de Autismo), realizando nuestro proyecto junto con 3 compañeras.

Fueron cinco días estupendos. Los dos primeros fueron los más difíciles ya que debutamos con niños con menos habilidades, y había un ambiente bastante tenso en la habitación. Aun así, los monitores estuvieron ayudándonos en todo momento y resultó ir muy bien.



el tercer día, nos dividieron el grupo en dos y pasamos tiempo con dos niños al principio y leo los otros tres. Ese día me lo pasé especialmente bien haciendo la manualidad ya que los niños querían participar con nosotras, estaban entusiasmados y querían contarnos cosas, conocernos y hablar con nosotros. Ese día fue muy dinámica la actividad y simplemente, me encantó.


El tercer día los niños no hablaban mucho porque eran bastante pequeños, pero con la ayuda de los monitores, los niños hicieron la manualidad con entusiasmo y se divirtieron mucho con nosotras. De hecho, ¡el resultado de la actividad les quedó muy bien!

El último día, tomamos un poco más de precauciones, ya que esta actividad la íbamos a hacer con los más pequeños de la escuela. Pusimos un mantel a lo largo del pasillo e intentamos hacer la pecera. Esa vez, teníamos bastantes expectativas respecto a cómo quedaría la manualidad, como, por ejemplo, que los trazos de la pintura serían mucho más definidos. Aun así, las monitoras estaban entusiasmadas y contentas con el resultado de la manualidad, así que nos contagiaron su orgullo y salimos todas con una gran sonrisa pegada en la cara, el último día de la actividad.





A decir verdad, me ha encantado esta experiencia. Ha sido super divertida y muy dinámica, siempre cambiando de actividad, y los monitores nos agradecían de todo corazón nuestra participación y por llevar nuestro entusiasmo y nuestras manualidades a los niños. Cada vez que salíamos de la escuela, lo hacía con una sonrisa en la cara, de satisfacción, y me sentía muy bien conmigo misma. 






DÍA DE KENIA

Este mes, unos compañeros de clase organizaron el tradicional día de Kenia en el colegio para los niños de primaria. El voluntariado consistía en organizar las clases y hacer las actividades que los organizadores nos habían preparado y explicado previamente.

Fue un día genial, no solo para los niños, sino que también para los voluntarios porque estuvimos con nuestros amigos, aprendiendo (o descubriendo) nuestras dotes de liderazgo. Fue un día muy especial para nosotros y para los niños porque les hicimos ver la vida de Kenia. Les vinieron a explicar también como era la vida cotidiana en Kenia y las actividades que hicimos con ellos les mostraron las crudas realidades que viven. Sin embargo, siempre portando una sonrisa.

Cada actividad y juego tenía un significado, e hicimos exactamente las actividades que un keniata habría hecho en Kenia en un día completamente normal. Esperamos que los niños hayan comprendido el significado de todo. Además, se divirtieron mucho con nosotros, y nosotros con ellos.

Por si fuese poco, nos tocó una clase estupenda y fue muy fácil estar con ellos y tener un poco más de confianza con ellos.


Estoy muy contenta por como salió el día porque, al final, los organizadores consiguieron que los niños se sintiesen en el día de Kenia, y los organizadores participamos tanto como los niños y nos sentimos igual de acogidos. En definitiva, guardaré un buen recuerdo de este día tan especial.





El mural

Este mes nos propusieron también


pintar el mural del patio del colegio y re diseñar un diseño para reemplazar el dibujo actual, y aceptamos el reto. Unos compañeros de clase, los más artísticos y creativos, se encargaron de esbozar un boceto de ideas que surgían para el nuevo dibujo, y después de obtener dos grandes ideas, lo sometimos a votación y encontramos el dibujo perfecto para reemplazar el diseño actual.

Así que, el primer reto al que nos enfrentábamos era pedir los materiales. Después, tuvimos que ponernos de acuerdo en quedar en ciertas fechas para pintar las capas del mural. El primer día, el objetivo era pintar la pared de blanco para tapar al dibujo anterior y conseguir una capa lo suficientemente uniforme para disimular los cambios bruscos de color de la anterior pared.

En principio, el primer día solo teníamos que pintar la primera capa de blanco, pero viendo que la pintura se estaba secando muy rápido y que la primera capa de pintura no había tapado lo suficiente, decidimos aprovechar al máximo todo el tiempo que nos quedaba en el recinto para pintar la segunda capa de la pared. Al final, nos quedó una capa de pintura bastante uniforme, al menos lo suficiente como para pintar el degradado por encima.

Gracias a esto, nos hemos dado cuenta de que se nos ha propuesto un reto en el que se cuenta con nosotros para acabar con la obra, y no dejar el trabajo a medias. Para ello, concretamos fechas exactas para cumplir los plazos que nos hemos auto impuesto para no dejar el trabajo para el final y para asegurarnos acabar el mural.


Además, nos hemos dado cuenta de que en las fechas que hemos colocado, no siempre van a poder venir todos los voluntarios, así que teníamos que ponernos de acuerdo para poner fechas en la que la mayoría estuviésemos presentes para conseguir la mayor colaboración posible y acabar cuanto antes. 















La carrera de las murallas



Este mes empezó con un voluntariado en una carrera que se celebró el día 1 de noviembre en Pamplona, cuyo nombre era la carrera de las murallas.

Nuestro coordinador de CAS propuso esta actividad y me apetecía mogollón apuntarme con mis compañeros de clase, así que no dudé en apuntarme.

El objetivo del voluntariado era repartir las bolsas a la hora de la llegada de los corredores, y al ser bastantes voluntarios, fue un trabajo bastante asequible. Sobre todo, al principio no había más que muy pocas personas que llegaban a la meta, pero enseguida el flujo de gente iba aumentando conforme avanzaban las carreras y tuvimos que acelerar. De repente pasaba mucha gente y algunos me preguntaban desde el otro lado de la valla para información, y tuve que lidiar con un repentino estrés de encontrarme en medio de una marea de gente.

Pero, eso no fue todo. Lo que más me gustó del voluntariado fue que la inmensa mayoría de gente te devolvía una sonrisa radiante por el simple gesto de darles una bolsa. Fue super gratificante ver como valoraban tu esfuerzo y como radiaban buenas vibraciones. Además, también nos encontramos con compañeros de clase y del curso que corrían la carrera y fue genial.

Vivir esta experiencia con mis compañeros de clase fue inolvidable. Me encantó de principio a fin y volvería a repetirlo mil veces.








EL DEGRADADO


Durante este mes hemos vuelto, con la clase, a continuar con la creación del mural. Esta vez tocaba hacer el degradado. Para conseguirlo, decidimos mezclar los colores para conseguir un color intermedio y conseguir que la transición entre colores fuese menos brusca.

Pintamos primero el color azul oscuro en la parte alta de la pared y después pintamos con la mezcla de un azul claro. La primera dificultad que encontramos fue pintar las líneas de color rectas, puesto que, con una pared tan grande, era difícil mantener la imagen general del mural. Aun así, éramos muchos y los que no estaban pintando, nos dirigían para conseguir el mejor resultado posible.


Luego, cuando acabábamos una cosa, nos poníamos con otra inmediatamente porque había muchas cosas que hacer. Sin no pintabas, podías mezclar colores, limpiar brochas, pintar los agujeros y las partes delicadas, proteger el suelo, mover los cubos… siempre había algo que hacer, así que estuvimos ocupados. Luego, cuando pasó la hora de comer, solo nos quedamos cinco personas y todo fue muchísimo más lento. Había muchas más cosas que hacer y había menos personas. También hacía mucho frío y empezábamos a perder la paciencia, pero entre lo que quedamos hubo super buen ambiente y fue muy divertido.

Cuando por fin terminamos, nos alejamos para ver cómo había quedado el resultado final. Nos desilusionamos un poco porque al final, de cerca, el degradado había quedado muy bien, pero ahora que lo vimos desde lejos, el degradado nos quedó muy brusco y apenas se veía el degradado que queríamos. Por eso, hemos decidido repetir el degradado.

Será un nuevo reto para ver si somos capaces de conseguir el resultado que queríamos. Ya lo hemos intentado una vez, pero no significa que debíamos rendirnos, sino intentar hacerlo lo mejor posible sin miedo a repetirlo. Nos llevará más días de trabajo, pero personalmente no me importa pasar más tiempo con mis compañeros.


También entendí durante esta actividad que siempre se encuentra algo que hacer en un trabajo de equipo y que es más fácil cuanto haya más gente comprometida.

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